Son totalmente opuestos los rostros que muestra por estos días de marzo de 2021, uno de los parques más emblemáticos de La Atarazana.
Mientras por un lado el personal del consorcio Parques Guayaquil pinta las rejas y se alista a mejorar los bordillos, así como a poner las líneas demarcatorias de las tres canchas en las que intervino; por otro, el acceso a los juegos infantiles está totalmente inundado por efectos del invierno.
Desde la semana pasada, trabajadores de la compañía contratista intervienen en varios sectores de este espacio público contiguo a la Iglesia del Señor de la Buena Esperanza y a las sedes de la Asociación de Propietarios de La Atarazana (APA) y del Club Atarazana.
Las obras se prolongarán por aproximadamente dos semanas en las que adecentarán los bordillos, las bancas y demás sitios.
Además, las canchas deportivas (dos de ecuavóley y una de indorfútbol) contarán con sus respectivas líneas divisorias en arcos, en la mitad de las mismas, en los extremos, etc.
Si bien estos arreglos le darán una mejor imagen al recinto, uno de los problemas que causa el invierno es que tiene anegados el área de los juegos infantiles y la calzada está resbalosa. Esto último pone en riesgo a quienes acuden a sentarse en una banca y a las personas que atraviesan por este sitio para llegar a su destino.
“Las hojas que caen y el polvo o lodo que hay en el piso se convierten en una sustancia jabonosa que puede causar accidentes”, manifestó Cristina Ponce, moradora de la urbanización.
A ello se suman los mosquitos que han invadido el lugar de distracción para niños y adultos.
Atarazana Go! pudo conocer que, tras los trabajos de remodelación, las autoridades municipales procederían a efectuar una fumigación en todo el lugar.
El Ayuntamiento de su parte poda los árboles que se encuentran en las inmediaciones de las pistas deportivas.
Todo el enrejado del parque está siendo pintado por el personal del consorcio. Tras ello, los trabajos continuarán en las estructuras de concreto. (I)
Fotografías: Atarazana Go!