Parecía que la lluvia caída un poco antes de las 18:00 iba a complotar contra la reunión para la entrega de la clave que permite activar la alarma comunitaria ubicada entre las manzanas M-3 y M-4, pero no fue así.
De a poco y cuando el sorpresivo aguacero paró, de inmediato empezaron a llegar los vecinos del sector.
Unos de los primeros en arribar, la tarde de este lunes 26 de abril, fue el abogado Javier Chávez, quien reside desde hace 30 años en la urbanización.
A los pocos minutos se hizo presente el Subteniente Érick Rivera, en representación de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) y luego sucesivamente se sumaron más moradores, así como el ingeniero Rubén Espinoza, responsable técnico de este proyecto y representante de la empresa Domotrik.
Alrededor de 25 vecinos participaron de esta cita en la que no solo se entregó el código de acceso para usar este dispositivo de emergencia, sino que también se les explicó el funcionamiento del mismo.
Espinoza respondió las inquietudes de cada morador y probó el funcionamiento del equipo en presencia de todos.
Un total de 21 vecinos del sector comprendido entre las manzanas M, O y otras quedaron habilitados para usar el sistema.
El Subteniente Rivera hizo un llamado a todos para que le den un correcto uso y no se lo active en casos que no son urgentes.
Del mismo modo ponderó este acercamiento entre la autoridad y la comunidad para trabajar por un objetivo común.
Al respecto, el abogado Chávez recordó que en los últimos meses se han presentado inconvenientes en la zona por la presencia de personas desconocidas.
“Debe haber esa conexión entre la Policía y la comunidad. Esa interacción entre los dos actores es vital”, precisó.
El también jurista, habitante de la manzana M-2, aspira a que se coloquen cámaras de video vigilancia y para ello espera el aporte de instituciones como el Municipio.
“Quizás no todos los vecinos tengas los recursos. Esos equipos son caros y su mantenimiento es costoso”, acotó.
En tanto, la vecina Rossy Baldeón, moradora de la M-2, consideró que el trabajo en equipo permite este tipo de resultados.
“Estamos avanzando para mejorar lo que es la seguridad en una de las ciudadelas más antiguas de Guayaquil”.
A su criterio mientras haya la unión y las ganas de colaborar, el resto de vecinos se irán interesando en sumarse en estas causas.
“Tengo 55 años viviendo aquí. En el pasado nos reuníamos, por ejemplo, para las fiestas navideñas. Esa integración y hermandad debe retomarse”.
La socialización y entrega de la clave continúa este martes 27, miércoles 28 y jueves 29 a los moradores de los otros puntos donde se encuentran las alarmas. (I)
Fotografías: Atarazana Go!