Un colectivo de ciclistas de La FAE nació con la pandemia

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Ellos han recorrido cientos de kilómetros a bordo de sus bicicletas. Quizás, miles ya…

Se han desplazado por las calles de Guayaquil, pero también por las carreteras que conducen a otras localidades de la Costa y la Sierra del país.

Esta historia de ciclopaseos empezó en la ciudadela La FAE, entre mayo y junio de 2020 y sus principales protagonistas son Daniel García (29) y Juan Fernández de Córdova (32).

El primero de ellos es ingeniero en telecomunicaciones y el otro licenciado en turismo, pero a la vez: triatleta.

Por esos meses, los guayaquileños vivían días de encierro por la emergencia sanitaria que causó la covid-19. Además, regía un toque de queda y las noticias solo daban cuenta de muertes e infectados por el coronavirus.

Sin embargo, un grupo de cinco jóvenes residentes de esta urbanización, liderados por Daniel y Juan Fernando decidió que pedalear era una de las maneras de fortalecerse físicamente, como para enfrentar a la enfermedad de la época.

“Regía una restricción para mantenerse dentro de los hogares, pero un día decidimos salir a andar en bicicleta por la ciudadela. Nos acompañaron inicialmente Andrés Pincay, Xavier Zambrano, Paulette Moncayo, Gianella Pincay y Efraín Cepeda”, rememoran García y Fernández de Córdova.

Las vueltas por su urbanización continuaron por varios días, el grupo estaba seguro que iba a ser difícil que “la Policía detenga a un grupo de 5 o 6 personas en bici”.

Poco a poco, se fueron abriendo hacia otras avenidas de la ciudad y de la misma manera, se sumaban más vecinos y amigos a esta iniciativa deportiva. Al día de hoy, cerca de 80 personas salen en los recorridos regulares. De ellas, al menos 15 son mujeres.

Es entonces cuando llega la hora de ponerle un nombre al colectivo urbano de La FAE.

Juan Fernando era partidario de que el equipo se llame Covid Bike 19, mientras que Daniel apostaba por Corona Bike Team.

En ambos casos, la idea era identificar el nacimiento del grupo con el momento sanitario que atravesaban el Ecuador y el mundo.

Tras una votación entre todos los miembros de esa época quedó finalmente la sugerencia de García.

Al consultarle si vincular a la pandemia con un colectivo de ciclistas no podía generarles críticas, Dani, como lo llaman sus amigos más cercanos, dijo enfáticamente que no lo veía así.

“Escogimos ese nombre porque surgimos cuando pasaba todo esto en el país. No es ninguna afrenta contra nadie ni una falta de respeto a las víctimas de la covid-19”, puntualiza.

Juan Fernando tiene una explicación similar y agrega “precisamente la aparición del coronavirus es lo que nos motivó a practicar este deporte”.

“Situaciones como esta ocurren cada 100 años. Así fue la gripe española. La covid-19 fue algo importante para la humanidad, pero en negativo. Esto debe recordarnos para ser mejores y cuidar nuestra salud”, asevera.

Ya con nombre definido vino la elección de los colores para los uniformes y el diseño de las letras que irían la bandera.

Dos tonos de azul: uno oscuro y otro tipo cielo, son los que emplearon para los trajes. Ambos son similares a los permiten identificar al virus, por parte de los científicos.

Y el tipo de letra para el estandarte oficial lo eligió un amigo del grupo llamado Jonathan Segura.

Desde niños en bici

Daniel (manzana 1) y Juan Fernando (manzana 39) tienen muchos años de amistad y prácticamente todas sus vidas han residido en La FAE.

Cada uno tuvo acercamientos con otras disciplinas deportivas ya sea en la escuela o el colegio. En el caso de García con el fútbol y el vóley; mientras que Fernández de Córdova también es fan del balompié, pero a la vez corre, nada y anda en bicicleta.

“Me quedé en el ciclismo porque creo que tengo mejores destrezas”, asevera el también ingeniero en telecomunicaciones.

“Mi participación en una carrera escolar en el San José La Salle me permitió ver que era rápido y que podía aprovechar eso”, destaca, en cambio, el licenciado en turismo.

En casa, Dani tuvo su primera bici a la edad de 10 años. El diseño era alusivo a un alegre payaso. Aún la conserva como un recuerdo especial.

Mientras que, Juan Fernando también era un niño cuando empezó a pedalear.

Los líderes del Corona Bike Team no han sufrido graves accidentes en todos los años que montaron sus respectivas bicis. Ni en su infancia ni cuando se aventuraron a las calles y vías.

Ayuda a los desposeídos

El equipo de ciclistas no solo recorre diferentes rutas todos los días, también extiende su mano a personas de escasos recursos.

Sus integrantes se ponen de acuerdo y recogen alimentos, víveres, juguetes y similares para entregarlos a gente desposeída de la urbe y de otras localidades.

“En las vueltas por las calles de la urbe vimos a muchos ancianos, adultos y niños con importantes necesidades. Sentimos la obligación de ayudar y es lo que hicimos”, manifiesta Dani.

A través del grupo de WhatsApp -explica este líder del CBT- se les comunica a los miembros de la actividad a realizar y de inmediato apoyan.

“Seleccionamos las prendas de vestir o zapatos si son para hombres o mujeres. Además, preparamos sánduches u otra cosa para brindarles y vamos en carros junto a los amigos en bici a entregarlo por la ciudad o fuera de ella”.

Esta gestión, también la han realizado con fundaciones amigas para favorecer a personas que residen en albergues.

“En una ocasión ayudamos a un señor que necesitaba inyectarse insulina. Él a manera de agradecimiento nos bordó unas pulseras con el nombre del equipo”, afirma
Dani.

Una ciudad no preparada

Juan Fernando resalta cómo poco a poco se sumaron más personas a los recorridos, así también la existencia de unos 70 equipos en Guayaquil, con unos 4 mil miembros en total.

Empero, este triatleta con múltiples participaciones en carreras internacionales, cree que la urbe aún no está lista para una masiva movilización en bicis por sus vías.

“No por la infraestructura, sino por la educación de la gente. Siempre es primero el carro y no el peatón, peor los ciclistas. Los autos no ceden el paso a nadie”.

Fernández de Córdova lamenta el escaso respaldo de las autoridades a los colectivos urbanos que se desplazan en este medio de transporte.

“No contaminamos ni afectamos al tránsito. Quienes van en carros deberían bajar la velocidad cada vez que tengan a su alrededor a personas e bicicleta”.

Dani, Juanfer y sus ‘corona bikes’ continuarán pedaleando por la vida, por la salud y por las personas que necesitan de su ayuda. Son las rutas que más les gusta recorrer. (I)

Fotografías: Atarazana Go!

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