Quienes no asistieron al Ryleh Metal II celebrado la noche del sábado 27 de noviembre, se perdieron la oportunidad de presenciar un concierto de altísimos kilates.
Ocho bandas en escena, que involucraron a unos 35 músicos aproximadamente, descargaron todo su poder en diferentes géneros, para demostrar que el retorno a los shows en vivo, no es en vano.
El recital que empezó con unos 25 minutos de atraso, por el daño de un equipo, lo abrió Entidad Mecánica (thrashcore). Su vocalista Galo Bruque -como de costumbre- no se guardó nada.
Cantó con la fuerza que le caracteriza y en varias oportunidades interactuó con los pocos asistentes que habían antes de que el reloj marque las 20:00
Krónika Tv, El enemigo, Homicida, Cuánto hay, Hecatombe, Apocalipsis global y otras formaron parte del repertorio.
En los temas, Entidad Mecánica hace fuertes cuestionamientos al sistema que rige en el planeta.
Una vez que concluyó Bruque, el turno le correspondió a Horka.
Entre los asistentes consultados por Atarazana Go!, la mayoría emitió comentarios muy favorables de estos músicos. Su combinación de thrash, nu metal, heavy, hardcore punk más sonidos latinos agradó a los presentes.
A ello se suma la interpretación de El Verdugo (Wilson Bajaña, vocalista), quién cantó usando una máscara oscura.
En esta agrupación hay un hecho que llama la atención: están Harry Castro y su hijo Sebastián Castro, bajista y primer guitarrista, respectivamente.
Esquizofrenia, Qué pena me da, Verdugo, Take my life, Qué pasa mi gente y varias canciones más fueron interpretadas a todo pulmón por parte de Bajaña.
El siguiente grupo en aparecer fue Blasfemia (death thrash) cuyo líder es Fabrizio Salas, quien en los próximos días regresará a Santiago de Chile, para continuar en sus ocupaciones laborales.
“Hubo muchísimas cosas buenas en el Ryleh Metal II. Una de ellas la presentación de Horka. No los había visto en vivo. Tienen un despliegue muy fuerte. La organización del concierto fue impecable. Vimos a bandas clásicas también”.
Blasfemia se inició en la escena metalera de Guayaquil, en 2002.
Desde hace 4 años no cantaban en vivo, salvo Salas que acompañó en días pasados a otro grupo de la ciudad como invitado.
Fabrizio no tuvo problemas para poner su voz gutural en temas como Únete, Begining the terror king come, Sigo aquí y Waiting the end.
A continuación, se presentó el quinteto de heavy thrash, Severo.
Sus integrantes son: Byron Alvarado, en la batería; Julio Álvarez, en la guitarra; Pablo Alvarado, en la voz; Andrés Mendoza, en la guitarra; y Carlos Guillén, en el bajo.
Pablo fue el único que apareció vestido íntegramente de cuero negro. Desde el inicio, dio la impresión que estos muchachos salieron decididos a destruir todo, con sus canciones. En su setlist estuvo el tema Atroz, cuyo video fue presentado al público el pasado 21 de noviembre y ya tiene cerca de 200 visualizaciones en YouTube.
Severo hizo un repaso por sus temas: Dos seres, Rebelión, Maldito sea tu nombre, Corazón de cristal y otras.
Un poco después de las 23:30 llegaron el hardcore y el mosh con KAOS. Este grupo levantó de los asientos a los casi 80 asistentes al Ryleh.
Los vocalistas Juan Sánchez y Kevin Rivadeneira se movieron por todo el escenario interpretando sus canciones de alto contenido social.
Antes de cada tema, Sánchez -conocido también como el Russo Mera- explicó el ¿por qué? de cada canción. Así, se refirió al estado de indefensión en que se encuentra el país y también contó la historia de la letra dedicada a Pablo Ortega.
La gente danzó mosh frente a la banda, se acercó casi hasta para cantar con ellos e incluso les brindaron cerveza. Hubo una interacción potente entre músicos y público.
Antes de abandonar la tarima Sánchez manifestó: “no es necesario que se llene (el local), ustedes son los mejores”. Su expresión generó el aplauso de todos.
A las 00:27 se dio paso al metal extremo con Venereal, que llegó con su death brutal metal. Esta banda, no solo que estuvo para interpretar un repertorio, sino también para estremecer los asientos, mesas y estructuras del edificio del Comité de Extrabajadores de la Cervecería Nacional.
Los fans de los estilos más agresivos del rock pesado disfrutaron de esta presentación. Lo mismo pasó cuando fue el turno de Putrefactos. Ronald Espinoza mostró que, a más de organizar buenos conciertos, también puede estremecer los cerebros de la gente con la potencia y agresividad de su voz.
Al final del Ryleh estuvo el dúo quiteño conformado por Bismarck Leiton (guitarra y voz) y Nicolás Oquendo (batería), denominado Kuru. Ellos evidenciaron que no se requiere de tantos músicos para tocar bien. Su death grindcore despertó a los que quedaban y a quienes estaban agotados por la larga jornada.
Se trató de una tarde y noche de géneros variados y donde también hubo una feria con pequeños estands que vendían camisetas, discos, gorras, pulseras y demás material alusivo al pueblo rockero de Guayaquil. La fiesta fue completa. (I)
Fotografías: Atarazana Go!
Nota: En nuestra cuenta de Facebook: Atarazana Go hemos posteado fotografías exclusivas de lo que fue este concierto. Por un tema netamente logístico de quienes hacemos este portal, no pudimos estar presentes en la tocada de Severo. A quienes deseen hacer uso de las gráficas, les pedimos que nos otorguen el crédito correspondiente.