La discapacidad no detiene las ganas de vivir y jugar de Max

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Es mestizo, tiene aproximadamente entre 4 y 5 años, y vive en la ciudadela La FAE. Además, le gusta jugar con balones de fútbol y se ha convertido en la mascota de un equipo de ciclistas.

Es precisamente uno de estos deportistas quien lo rescató en el sector de La Puntilla.

Max, como fue bautizado, no es un perrito normal. Es discapacitado y no puede ponerse en pie con sus cuatro patas por un problema que aún no ha sido determinado.

Las extremidades posteriores y, al parecer, también su cadera, no le responden como a sus similares. Debido a eso debe arrastrarse con sus patas delanteras, lo cual le ocasiona lesiones en la piel.

El actual papá es Daniel García, líder del Corona Bike Team, quien personalmente trajo al peludito a bordo de su bici, desde el sitio en que estaba abandonado.

“No sabemos exactamente qué le pasó. Desconocemos si es que fue atropellado o nació así. Lo único que sé es que no lo podía dejar ahí”.

La tarea no fue fácil. El perrito por instinto quiso embocar a Daniel, quien con la ayuda de unos cuantos curiosos pudo colocarlo en un saco.

De ahí vino el traslado por el puente de la Unidad Nacional. García regularmente se hubiera tardado cerca de 20 minutos en ese viaje, sin embargo, esta vez se demoró más de una hora.

Le tocó controlar a su nuevo amigo, maniobrar la bicicleta y estar atento a los vehículos que circularon a su alrededor.

Una vez que llegó a su casa en la manzana 1, villa 1, de La FAE, le proporcionó agua, así como alimento.

Desde ese momento se quedó con el perro y lo bautizó con el nombre de Max.

Gracias al apoyo de sus compañeros ciclistas y amigos, se le pudo realizar algunos exámenes. Los clínicos no registraron mayores novedades.

Sin embargo, aún están pendientes las radiografías y otras pruebas para establecer exactamente la condición de salud. Aquí es donde radica uno de los problemas, ya que estos chequeos implican un costo más alto.

García llevó al perrito a la Dirección de Bienestar Animal del Municipio de Guayaquil y a la clínica privada Animalópolis.

En la primera de estas dependencias recibió en donación la silla especial, en la que Max puede salir a pasear en el parque de su ciudadela.

“Hago un llamado a los veterinarios de buen corazón y a los animalistas para que contribuyan con sus conocimientos y su experticia a fin de que Max tenga una mejor calidad de vida”.

Si hay personas que desean ayudar pueden hacerlo con cremas para la piel del perro o con alimentos.

Del mismo modo, las colchonetas lavables serían de gran utilidad. Los cartones que no vayan a ser usados en casa o en negocios, también permitirían que Max se sienta más cómodo.

Si hay algo que le gusta a este peludito es jugar con una pelota. En el jardín de su nueva casa, lo hace con Daniel, cada vez que este dispone de tiempo libre o se encuentra fuera de su trabajo.

Es impresionante observar cómo este animalito con movilidad reducida coge el balón en su hocico y lo lanza por los aires o lo muerde.

Toda ayuda a favor de Max es bienvenida. Para contactar a su dueño, pueden llamar o escribir al teléfono: 0988974169 (Daniel García). (I)

Fotografías: Atarazana Go!

 

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