Es uno de los espacios públicos más grandes de la Atarazana. Colinda con varias manzanas de la urbanización (L, M, P y Q), así como con bloques multifamiliares.
También es la sede principal de atractivos eventos gastronómicos y de integración de los vecinos de ese sector.
El parque de la Unidad Nacional es uno de los sitios que recibe a más personas los fines de semana, cuando asisten padres de familia con sus hijos a divertirse o llegan moradores de la ciudadela que practican deportes en la cancha.
Sin embargo, no está libre de problemas con los desperdicios como sucede con los otros lugares similares citados en un reportaje anterior de este portal de noticias.
No es que el parque esté convertido en un basurero público. Eso no sucede.
Lo que sí se observó durante recorridos realizados por Atarazana Go! es la falta de tachos de basura y que en algunos sectores haya desperdicios regados, acumulados en una esquina o escondidos entre los arbustos.
Así mismo, se pudo ver botellas de cerveza, latas y de otras bebidas tiradas en el suelo.
Otro inconveniente, similar al que sucede en el parque de La Concordia, el de la placita y los demás de la urbanización, es la gran cantidad de desechos orgánicos de mascotas que salen a pasear con sus dueños.
Algunos propietarios de canes, los llevan para que sus peluditos se ejerciten o se liberen de toda la energía acumulada en el día, empero -en muchos casos- no recogen las heces cuando estos realizan sus necesidades biológicas en las áreas verdes.
Por elemental respeto a los lectores y a nuestros seguidores no mostramos imágenes ni videos de ello.
Es importante mencionar que en el parque de la Unidad Nacional y en otros de la Atarazana existe personal que barre y que recoge la basura, no obstante, esa labor se cumple solo en las mañanas.
Un problema cultural
El arquitecto Héctor Danilo Hugo observa dos problemas en torno a los parques de la urbanización: uno de tipo cultural y otro de infraestructura.
El primero, de acuerdo con este máster en Planificación Territorial y Gestión Ambiental, guarda relación con el comportamiento y las costumbres de las personas, en el sentido de que no deben arrojar la basura al piso.
El segundo tiene que ver con la falta de los tachos, tanto en la entrada como a la salida de cada espacio público.
Hugo, excatedrático de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Guayaquil, recuerda la importancia que tienen las áreas verdes limpias para la salud de la población.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece una base de 9 metros cuadrados de áreas verdes por cada habitante urbano. Esto es importante para las personas que padecen enfermedades no transmisibles como diabetes, hipertensión y otras. Hay que visualizar un entorno saludable dentro de la sociedad”, precisa.
Otro aspecto básico es el acceso para personas con capacidades especiales, de la tercera edad, vulnerables, embarazadas y niños.
De estos últimos dijo que si van a un parque lleno de desperdicios es muy probable que por su desconocimiento agarren cualquier objeto con sus manos y estén expuestos a contraer alguna infección.
Un riesgo adicional es que la eventual acumulación de basura atraerá a roedores, insectos transmisores de enfermedades o animales de la calle. (I)
Sin tachos de basura y a oscuras, algunos parques de la Atarazana
Portada y videos: Atarazana Go!
Nota de la Redacción: En esta entrega final del tema sobre la falta de cestos para la basura en los parques de la Atarazana, se debía incluir al parque José Domingo de Santistevan, sin embargo, por la colocación de rejas de seguridad fue imposible acceder al sitio.