La inesperada partida -en las últimas horas del domingo 18 de septiembre- del joven y amigo de este portal de noticias, Víctor Adrián Vera Palacios es un golpe muy difícil de asimilar o de entender, para quienes lo conocimos.
La primera ocasión que entré en contacto con él, fue por un reportaje a la banda Surrender to Decadence, donde era el guitarrista.
Me contó sobre sus inicios en la música, sus estudios, sus bandas preferidas y tantas cosas.
En la conversación, me pude enterar que sus padres (ambos periodistas) habían sido compañeros míos en El Universo, hace algunos años. Soltamos algunas risas en ese momento.
La última vez que vi a este talentoso muchacho fue en el concierto que dio la banda Spectrum, junto a la Orquesta Sinfónica de Guayaquil, en el Centro Cívico. Nos saludamos muy cordialmente.
Como siempre, él se portó educado y atento conmigo.
Al mediodía del domingo, nos enteramos de su partida, en unas circunstancias imposibles de comprender.
Su muerte duele a su familia y parte en mil pedazos a sus amigos, a sus compañeros de la banda y a todos quienes tuvimos la suerte de conocerlo y estrechar su mano.
Resulta imposible aceptar el hecho de que Víctor ya no estará entre nosotros.
La escena rockera de Guayaquil y la música porteña, en general, pierden a un extraordinario ser humano y a un gran expositor.
Vuela alto Víctor. Tu lugar final es mucho más grande que el espacio terrenal donde te conocimos.
Que la paz te acompañe en tu trayecto a la eternidad…
Mis condolencias infinitas a tu familia y a tus amigos