Alternativas de servicios y de productos diferentes a los que se promocionan tradicionalmente en eventos similares, fue lo que se presentó en la Feria Turquesa, desarrollada la mañana y tarde del sábado 17 de septiembre, en el centro de Guayaquil.
Al menos 15 emprendedores montaron, desde tempranas horas, sus estands en la sede del Instituto Cultural Nuestra América (ICNA), ubicado en las calles Aguirre y Carchi.
Aquí se pudo encontrar desde personas que construyen bustos o figuras de superhéroes, una fotógrafa especializada en captar imágenes sensuales de hombres y mujeres, tejedores de prendas y otros accesorios, hasta promotores de espacios para impulsar el arte y la cultura.
También hubo comerciantes de ropa y de pequeños accesorios, así como cervezas artesanales.
Marjorie González Arias (35), organizadora del evento, calcula que cerca de un centenar de personas llegaron en el transcurso del día.
Los ciudadanos recorrieron el recinto ferial, consultaron precios e hicieron compras.
González expresó que la Feria Turquesa tiene como fin abrir nuevos espacios para artistas y emprendedores.
Marjorie, quien es escritora de cuentos sicológicos y de terror, recordó que muchas veces resulta inalcanzable -para algunas personas- el llegar a las grandes ferias de este tipo.
“Son círculos pequeños y los que están de este lado, se quedan afuera”.
Esta promotora cultural, con más de dos décadas de experiencia, destaca que existan propuestas diferentes a las tradicionales, para ofertar en la ciudad.
Fotografía y sensualidad
Uno de los estands más visitados fue el de la peninsular Cinthia Holguín (28). Ella se dedica a hacer fotos de tipo boudoir (chicas que modelan lencería).
Se trata de un arte en el cual, el lente de esta joven capta la sensualidad de las féminas. Bajo ninguna circunstancia se puede confundir con la pornografía.
“Mi trabajo busca dar la confianza a las mujeres para que se muestren como son. No importa aquí la contextura de ellas”.
Holguín, quien es licenciada en Comunicación Social, por la Universidad Salesiana de Guayaquil, dejó un empleo como community manager, para dedicarse a la fotografía.
Cinthia añade que en su labor juega con la colorimetría (estudio del color) y lo que desean mostrar sus clientes.
Un espacio para la difusión literaria
En la feria también hubo personas procedentes de otras ciudades. Uno de ellos fue el cuencano, Matías Kamachi (20), quien forma parte de un colectivo internacional que promueve la difusión literaria y la poesía.
“La jaula se hizo poesía” es como se denomina al espacio que abre los micrófonos para contadores de cuentos, para los poetas, para cantantes y músicos de distintos géneros.
Al momento, esta organización realiza una gira a escala nacional donde le dan apertura a los jóvenes que deseen mostrar su arte.
“Esto empezó en 2020 y a mediados de 2021 lo desarrollamos en Cuenca, por seis meses. Ahora lo estamos retomando y está dirigido a quienes nunca se han subido a un escenario. Con nosotros lo pueden hacer sin ningún problema”.
González anunció que continuarán organizando más ferias, en los próximos meses. No descarta que las siguientes involucren a músicos nacionales y extranjeros. (I)
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