Omar vendió 150 hamburguesas el día de su retorno

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La tarde del viernes 2 de diciembre, el delicioso aroma que emana de una hamburguesa, mientras se cocina al carbón, invadió otra vez los bajos del bloque 4 de La Atarazana.

La razón: Omar Jaramillo reanudó la atención a sus clientes, luego de cuatro meses de ausencia.

Desde las 17:00, aproximadamente, este atarazaneño de cepa inició todos los preparativos para abrir las puertas de su local, en la avenida Carlos Luis Plaza Dañín.

Ningún detalle se le escapó. Vigiló que los panes estén acomodados perfectamente en su puesto y que las salsas se encuentren en su punto. Lo mismo hizo con las gaseosas, que se almacenaron en una gran hielera.

Omar dio instrucciones a sus colaboradores, para explicarles cómo deben trabajar y la manera de tratar a los clientes.

Su retorno atrajo la atención de transeúntes, vecinos y amigos quienes no dudaron en saludar a Jaramillo.

El reloj no marcaba ni las 18:00 y María Crespo se convirtió en la primera persona en pedir una hamburguesa.

El equipo se puso en acción con Jaramillo a la cabeza. El objetivo era entregar un producto bien cocido, en una envoltura segura y que el comprador resulte satisfecho.

A los pocos minutos, un motociclista llegó e hizo su pedido. Casi al mismo momento, una pareja de novios arribó para degustar las famosas hamburguesas al carbón de La Atarazana.

Con el paso de las horas, el movimiento se incrementó y según Jaramillo esa tarde y noche del viernes despachó al menos 150 de esos emparedados.

Se los pidieron en todas las variedades y acompañados con los diferentes ingredientes, a disposición del público.

Uno de los cambios que experimenta su producto estrella es que ahora el pan sale caliente y crujiente.

“El nivel de ventas fue similar al que tengo en un día que se celebran las fiestas de Guayaquil. Regularmente, se comercializan menos, pera esta vez fue muy bueno y se lo agradezco a todos”, sostuvo.

Los hot dogs (perros calientes) también tuvieron un consumo interesante. Al menos 40 clientes los solicitaron ese viernes.

Omar dejó de atender en su local, tras internarse en una casa de salud a finales de julio, para realizarse un trasplante de corazón.

Desde esa época, la incertidumbre reinó entre sus clientes, pues no tenían mayores noticias de Jaramillo y tampoco sabían si el cierre del negocio sería definitivo.

Bernarda Carrión, quien es la propietaria de la ferretería ubicada a escasos metros del local de Omar, expresó su satisfacción por el retorno del vecino.

Como ella, más personas se acercaron para consultarle sobre su estado de salud y si continuará dirigiendo el local donde se preparan las hamburguesas más populares de la ciudadela. La respuesta fue obvia. (I)

Portada, fotografías y videos: Atarazana Go!

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