El equipo que representó a La Atarazana en el campeonato organizado por la Liga Deportiva Barrial Fraterna Ferroviaria (Ldbff), pudo ubicarse en el tercer lugar, ganar un premio en efectivo y un trofeo, el pasado 29 de enero.
Sin embargo, el capitán y dirigente del plantel, Xavier Zamora conversó con sus compañeros y de manera unánime decidieron enfrentarse a su similar: María Piedad, de Durán.
La actitud de los parchados fue la correcta. Loable. Quienes saben de fútbol tienen claro que los partidos se ganan en la cancha.
Sin embargo, esa predisposición no se reflejó en lo táctico y en lo físico.
El equipo granate y amarillo nunca encontró su mejor balompié. Tuvo severas dificultades para tejer buenas jugadas y llegar al arco rival.
El guardavallas de María Piedad jamás vio el peligro bajo sus tres postes.
El cotejo fue intenso. Hubo roces, incluso, un incidente que terminó con la expulsión de dos jugadores, uno por equipo.
El Parche se quedó sin Jorge Abad por esa trifulca. Elementos de los dos planteles tuvieron que intervenir, para sacar de la cancha a sus compañeros amonestados con la tarjeta roja.
¿A quién afectó más esto? La respuesta se cae por su propio peso: al equipo atarazaneño.
La previa
El encuentro estuvo programado por las 13:00 y la sede fue el Estado Municipal Sandiford.
Una linda cancha. El gramado está en muy buen estado. Quizás solo le faltó definir más las líneas blancas de córner y las laterales.
El clima también estuvo bastante favorable, la tarde del domingo 29 de enero.
El sol no salió en su esplendor y más bien el cielo estuvo nublado. Tampoco hubo excesiva humedad en el ambiente.
La escuadra parchada llegó puntual y bastante completa hasta el escenario del vecino cantón.
Pasaron directo a los camerinos donde se pusieron los uniformes, hicieron ejercicios de calentamiento, bailaron salsa choque y hubo muchas risas. Se observó optimismo entre los muchachos.
De inmediato, Zamora empezó a bosquejar el equipo que saltaría al campo de juego.
Una vez con la alineación definida avanzaron a la cancha a la espera del rival.
Transcurrieron varios minutos y el plantel de María Piedad estaba incompleto. Hubo diálogos con los árbitros y los organizadores.
Parecía que todo se definía en la mesa, sin embargo, una vez que se completaron los jugadores de Durán, se dio inicio al cotejo.
Hacia las 13:30, el juez central dio el pitazo para que arranque el juego.
Un penal definió todo
Como dice el intertítulo de esta crónica deportiva, el cotejo se definió por la mínima diferencia. Y llegó por la vía del penal, aproximadamente, a los 5 minutos del primer tiempo.
Sin embargo, el marcador pudo ser más abultado. Los jugadores de Durán debieron anotar mínimo dos goles más.
El Parche evidenció varios problemas en el campo de juego, no solo en lo futbolístico, sino también en lo físico.
Algunos elementos no llegaron a este encuentro en su mejor nivel.
María Piedad no perdonó eso. Ingresó por todos lados de la cancha.
Con jugadores menudos, pero muy hábiles y veloces, la defensa y la línea de volantes de marca de los parchados, tuvo severos problemas para controlar las arremetidas de los rivales.
El equipo de Durán, cuya camiseta es de color caqui, tocó bien el balón. Sus volantes lanzaron muchísimos pases al vacío y encontraron a sus compañeros como receptores.
Con la pelota a ras de piso, también hizo mucho daño. Ese control sostenido, dentro y fuera del área de El Parche, es el que llevó a un jugador granate a derribar a un rival dentro de las 18 yardas.
El juez central que estaba cerca de la jugada no dudó en sancionar el penal.
Al cobro fue uno de los jugadores durandeños que, sin dificultades, lanzó la pelota de manera rasante y potente a la izquierda del arquero. Nada pudo hacer el guardameta para evitar el gol.
La dinámica del juego se mantuvo. Empero hubo otra jugada en el minuto 14 que terminó en una momentánea gresca.
El árbitro echó de la cancha a los dos involucrados. Uno de ellos fue Jorge Abad, goleador de El Parche.
Con uno menos, las cosas se pusieron cuesta arriba para los parchados.
La única oportunidad de marcar un gol, que habría sido del empate, se dio a los pocos minutos antes de finalizar la primera etapa.
Dimas Rodríguez no pudo pegarle bien al balón y el disparo salió desviado. Así es como se fueron al descanso.
En la segunda etapa se mantuvo el mejor fútbol de María Piedad. La dinámica fue la misma con pases al vacío y veloces arremetidas por las bandas o por la mitad del campo.
Zamora hizo varios cambios para refrescar las líneas y para tratar de igualar el marcador. No pudo lograr ese objetivo. El elenco rival destruyó cualquier intento y contraatacó.
Antes que termine el partido María Piedad tuvo dos oportunidades.
En un lanzamiento de esquina a favor de El Parche se reclamó una mano penal, sin embargo, no fue sancionada.
Transcurrieron los minutos y se dio el pitazo final. Los parchados recibieron su trofeo y se quedaron en las tribunas viendo a los equipos que disputaban el primer y el segundo lugar.
Nueva Juventud se impuso por 2-1 a Sami Sports. Con ese resultado se coronaron campeones del torneo.
Así es como cerró el torneo de fútbol no amateur, en el legendario estadio cuyo nombre es en honor a un destacado baquetbolista nacido en Durán: Pablo Sandiford Amador. (I)
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