El calor y el intenso sol del último sábado no detuvieron la loable iniciativa del Movimiento No Violencia Ecuador.
Ese día, un grupo de ciudadanos liderados por el activista Víctor Huerta Jouvín, ocuparon un pequeño espacio en los bajos del Banco Central del Ecuador, para entregar libros de forma gratuita a quienes transitaron por ese sector.
Desde hace varias semanas se venía planificando esta actividad, cuya premisa es “Libros, no balas”.
Un poco antes de las 16:00, los integrantes de este colectivo, que promueve la pacificación en todo el territorio nacional, llegaron a esa zona céntrica de Guayaquil.
Ahí colocaron una mesa, llevaron dos réplicas de la Pistola Anudada (símbolo de la paz mundial cuya escultura original se encuentra en la sede de las Naciones Unidas) y aproximadamente un millar de textos de diferentes materias.
Todos los libros fueron donados por amigos y familiares de los miembros del Movimiento No Violencia Ecuador, así como por personas anónimas que quisieron aportar en esta causa.
Poco a poco, se fueron acercando los transeúntes, entre ellos muchos padres de familia, quienes no dudaron en llevarse hasta diez obras cada uno.
La entrega se realizó de manera ordenada. Nunca se obstaculizó la vereda ni se caotizó el sector.
Un piquete de elementos de la Policía Metropolitana observó de cerca el proceso y que todo se lleve con normalidad.
Los más pequeños que arribaron junto a sus padres solicitaron cuentos, libros infantiles, textos en inglés y otros.
En el sitio, también se instaló una pizarra para que los ciudadanos dejen sus mensajes de paz o dibujen figuras alusivas el cese de la violencia en el país.
Huerta Jouvín indicó que la idea del Movimiento (www.no-violencia.com) es repetir esta actividad cada semana o cada 15 días, en diferentes puntos del Puerto Principal.
“Esta organización no gubernamental se mantiene al margen de los partidos políticos, de marcas comerciales o de entidades culturales y deportivas. Esto es del ciudadano con el ciudadano”.
A las 16:30, aproximadamente, ya no había textos por entregar. Lo único que se podía observar a esa hora era el rostro feliz de los promotores de esta idea. Fue el momento para tomarse unas fotos grupales, estrechar las manos o darse un abrazo fraterno por el éxito alcanzado. (I)
Portada, fotografías y videos: Atarazana Go!