Ximena Gilbert, directora de Inclusión Social del Municipio de Guayaquil, alista maletas para trasladarse a su “nueva casa” en La Atarazana. Deja la oficina del edificio Valra y el maravilloso paisaje que le ofrecieron por años el malecón y la ría.
En diciembre arribará a este sector del norte de Guayaquil para asumir uno de los retos más importantes de su vida. Ella conversó con este portal de noticias sobre los servicios que brindará la obra que se construye frente a la manzana D-5 y los beneficios que aportará a la zona.
¿Cuáles son las cifras que manejan ustedes respecto a discapacidades en la ciudad?
Hay al menos 70.000 personas en Guayaquil con algún tipo de discapacidad. Esto evidencia un aumento de entre el 10% y 15% en los últimos años. El autismo es uno de los que más se incrementó. Es impresionante cómo ha crecido esto. Por fortuna hoy es más fácil detectarlo y ayudar.
La Alcaldesa manifestó en su visita a la obra que tiene acuerdos con algunos planteles para que los chicos vengan a rehabilitarse, ¿pero cómo va a funcionar con las demás personas?
El centro está abierto para todos. Vamos a generar fichas de inscripción en nuestras redes para que los ciudadanos accedan a los servicios. Es importante señalar también que los servicios son gratuitos y su calidad será similar a la de los sitios privados.
Qué tipo de ayuda es la que se ofrecerá a los niños o adolescentes y cuáles son los valores agregados?
No solo van a recibir un tipo de terapia, sino un cuadro completo. Para eso, primero habrá que evaluarlos. Accederán hasta tres o cuatro terapias, más el apoyo de otros especialistas y, además, podrán participar en los espacios de arte. El aprender esto último les ayuda mucho. Hemos tenido chicos con discapacidad visual, lo cual les causó depresión, sin embargo, con nuestra intervención general, han aprendido cosas nuevas y eso les permite reintegrarse a la sociedad.
¿Cuántas personas estarán a cargo de esta tarea y qué parámetros se consideraron para ello?
Serán cerca de 30 en todo el centro. Entre 12 y 15 se encargarán de las terapias. Ya tenemos al personal listo, el cual salió de un proceso de reclutamiento muy especial. Los hemos probado en acción, no solo en una entrevista de trabajo. Las personas que vengan no solo deben tener buenos títulos profesionales, sino que también deben actuar con amor y paciencia.
El Municipio informó que la inversión, solo en la obra, es de cerca de $ 900.000. ¿Ese es el monto final o hay otro rubro para equipos y aparatos especiales?
En equipos, aparatos y adecuación interna de los espacios van a invertirse cerca de $ 200.000 más. Es decir, adecuar todo este edificio costará $ 1,1 millones. Será la primera infraestructura completamente inclusiva de la ciudad con todas las accesibilidades del caso.
El adolescente o menor recibe los tratamientos en el centro, ¿cuál es el trabajo en casa?
Los padres tienen que hacerse coterapistas. Esto es muy importante. Se darán facilidades a sus hijos, pero papá, mamá o los cuidadores de los niños pueden dar terapias en casa. Vamos a tener talleres para ellos y que sean capacitados. Si la familia se involucra, se obtendrán mejores resultados.
¿Qué tipo de enseñanzas recibirán los adultos mayores que vengan aquí?
La idea es hacerlos productivos en el área laboral. Van a tener talleres para que aprendan a elaborar derivados del pan o a fabricar productos de limpieza. Hemos llegado a acuerdos con entidades educativas para que accedan a becas. Esa es la ayuda que les daremos.
Definitivamente esta obra causará un impacto en el sector de La Atarazana…
El centro va a generar otra dinámica en la ciudadela. Un lugar como este reactiva negocios alrededor. Se velará por la seguridad y la limpieza de la zona. Es una buena noticia para la comunidad. (I)
Fotografías: Atarazana Go