El martes 13 de agosto las redes sociales de la banda guayaquileña Profecía se inundaron de mensajes de texto y de audiovisuales.
Colegas, seguidores y los amigos más cercanos del cuarteto les enviaron sus felicitaciones por cumplir 30 años de trayectoria en la escena rockera ecuatoriana.
El grupo que nació en la ciudadela Brisas del Río, al norte del Puerto Principal, es uno de los referentes en el thrash death nacional.
Con varios discos en estudio, dos en vivo, sencillos y otras producciones, la banda creada oficialmente en 1994 por Érick Álava (voz y guitarra), Johnny Reyes (guitarra), Jimmy Naranjo (batería) y Xavier Muñoz (bajo), sigue dando guerra.
Atarazana Go! entrevistó a Álava Sanyer, quien ya tenía el proyecto desde 1991. Él respondió a diez preguntas, en las cuales hace interesantes revelaciones sobre lo que han sido estas tres décadas y de lo que se viene para el futuro.
1.- ¿Cuál es tu reflexión personal y musical al haber llegado a los 30 años?… ¿Imaginaste que sumarían las tres décadas haciendo música?
Cuando tuve la idea de hacer la banda el objetivo principal era solo hacer música con los amigos. Querer pasar un rato y plasmar las ideas que tenía. Ocuparme en esto que era una pasión. Esto con un grupo de amigos que habíamos forjado una buena relación. Al final, no nos imaginamos que íbamos a estar tanto tiempo. Esto se dio por la constancia, las ganas y el interés de seguir haciendo buena música. En Profecía prevalece la amistad antes que las canciones. Al haber llegado hasta acá me doy cuenta que aún hay mucho camino por recorrer para seguir haciendo buena música.
2.- ¿La banda alcanzó ya su tope máximo?
No hemos alcanzado nuestro nivel máximo. Todavía seguimos avanzando y aprendiendo. No creemos haber llegado a un tope. Tenemos un trabajo por entregar que está en progreso y muchos conciertos por dar. Anhelamos pegar el brinco para llegar a donde queremos. Esto a pesar de nuestras ocupaciones que muchas veces nos limitan. Aún tenemos mucho por dar.
3.- Qué le falta a Profecía como para decir: hemos cumplido con todo…
Tal vez nos falta presentar más discos. No estamos conformes con lo que hemos mostrado. Creemos que aún tenemos capacidad como para entregar dos o tres álbumes más a los fans. Quizás moriríamos en paz si hacemos una gira internacional y nos codeamos con las grandes bandas de la escena mundial. De pronto ahí ya nos podemos retirar tranquilos. Eso sí dejando ese legado musical en el rock ecuatoriano.
4.- ¿En estos 30 años cuál fue el momento más crítico para la agrupación?
En todo este tiempo no hemos tenido problemas críticos. Lo más grave que nos pudo pasar es cuando falleció el hermano del baterista Roberto Portilla. Él era quien iba a representar a un personaje que aparece en el disco VII veces VII. Íbamos a hacer un show y él iba a realizar una obra teatral. Esa fue la única vez que no pudimos presentarnos en un concierto.
5.- ¿Qué ha faltado para dar ese brinco internacional en una banda tan posicionada a escala nacional como lo es Profecía?
Son las ocupaciones en el ámbito laboral de cada integrante las que pudieron incidir para que aún no demos ese salto internacional. En el país no se puede vivir de la música, peor aún del metal o de un género extremo. Todos los integrantes de la banda somos profesionales y tenemos nuestros trabajos. Una vez se nos presentó una propuesta de realizar una gira en el exterior por tres semanas. Era imposible dejar nuestros trabajos. Sí hemos tenido ofertas para tocar en Estados Unidos, pero no las pudimos aceptar. Recientemente nos plantearon hacer una gira en América del Sur, pero se nos llevaba mucho tiempo. Lo otro es que la invitación debe venir de los organizadores, no que la banda se costee sus gastos. No hemos podido aceptar por el tiempo que esto toma. Nos tendríamos que poner de acuerdo todos para pedir vacaciones y así acoplarnos.
6.- ¿Por qué crees que la gente se enganchó con este thrash death de tipo profético y apocalíptico del cuartero? En este género regularmente las letras son más oscuras y eso atrapa a los fans…
La gente se ha enganchado con las letras proféticas y apocalípticas que tenemos por el ritmo que transmitimos. Aparecimos en una época en que estaban de moda el doom metal y el black metal. Eran más oscuros. Salimos nosotros con un ritmo fresco, más agresivo y que incitaba al mosh. Hubo recitales en que la gente estaba a la espera de que nos presentemos para entrar al mosh. Eso se ha mantenido hasta la actualidad.
7.- ¿De dónde salió la legendaria frase: “a patear cabezas”?, ¿Cuál es su significado real para ustedes?
Esta es una expresión que la decía en los conciertos justamente para incitar al mosh. Sí estábamos en un momento en que la gente quería entrar al pogo a lo que yo gritaba: “a patearse las cabezas”, ese mensaje caía como una incitación. Ya nos pasó una experiencia que una vez al expresar esa frase una persona se cayó y resultó golpeada. Tras eso se formó una gresca. Esto ocurrió en Cayambe. Prácticamente nos hicieron caso al pie de la letra. La frase es célebre y característica de la banda.
8.- ¿Qué impacto tuvo el reciente cambio en la alineación del grupo?
No tuvimos un impacto muy fuerte con los cambios que se dieron en la banda (salida de Byron Alvarado). Prácticamente Roberto Portilla regresó a la agrupación. Él ha sido el baterista legendario para nosotros. Él estuvo desde los inicios. Ocupó el puesto de Jimmy Naranjo cuando este salió del grupo. Roberto se fue a trabajar a Quito y por eso dejó la banda. Ahí entró Byron. El reciente cambio se dio a raíz del lanzamiento del disco VII veces VII de vinilo por el aniversario número 20. 300 Records, firma productora de ese material discográfico, nos pidió que tengamos la alineación de esa época. Es ahí cuando Roberto volvió. No significa que hay distanciamientos con Byron. Es más, él estará en la fiesta de aniversario por los 30 años. La amistad siempre continúa.
9.- ¿Alguna vez pensaste en trabajar en algún proyecto paralelo como lo hacen muchos músicos locales? Incluso participan en otros géneros del rock
Claro que he pensado en tener un proyecto paralelo o hacer otro tipo de música con otra banda. Me encantaría hacer un estilo más extremo, pero con una mezcla de rock progresivo. Es decir, un death metal progresivo. Lo que pasa es que apenas cuento con el tiempo para dedicarme a Profecía. También quisiera estar en una banda de heavy metal o de hard rock, pero mis ocupaciones laborales no me lo permiten.
No descarto hacerlo en el futuro en una nueva banda.
10.- A veces es difícil presagiar el futuro, sin embargo, todo lo que empieza tiene su fin. Aparecen otras agrupaciones en la escena, quizás otros géneros, músicos más jóvenes y más… ¿Ya ha pasado por tu mente en qué circunstancias podría concluir la vida de la banda? ¿O el momento de colgar la guitarra y dejar de lado las composiciones, los ensayos, los discos y las giras?
Siempre hemos dicho que haremos “thrash hasta la muerte” como nuestra canción y que seguiremos haciendo música hasta que el cuerpo nos aguante. Esperemos que eso no se dé aún. Tenemos muchos planes todavía, discos por lanzar y más proyectos.
Aún nos falta mucho por hacer para quedar satisfechos. Si en algún momento colgamos las guitarras es porque ya dimos todo o porque se nos presentó una complicación en nuestra salud y eso nos obliga a llegar hasta ahí.
Tras la entrevista, Érick se tomó unos minutos para agradecer a los colegas y amigos que han estado cerca de la banda en estos 30 años.
“Para nosotros es grato saber que aún contamos con personas que están desde el inicio hasta la actualidad”.
Profecía celebrará su cumpleaños este sábado 17 de agosto, en la sede del Sindicato de Músicos de Guayaquil, ubicada en las calles Clemente Ballén y 10 de Agosto.
Las bandas Reencarnación y Toxic Soul también estarán en los festejos que iniciarán a las 19:00
El valor de la entrada es de $ 5 (cinco dólares). Quienes deseen comprar un ticket con antelación pueden hacerlo en el local de Brutalidad Total (Esmeraldas y Colón). Habrá sorteos y premios especiales. (I)
Portada: Cortesía de la banda Profecía
Fotografías: Capturas de la cuenta de Facebook de Profecía