Desde hace aproximadamente un mes, el incesante ruido de taladros y de combos derribando paredes retumba frente a la manzana D-5 y a los bloques multifamiliares 12 y 13 de La Atarazana. También es común escuchar las órdenes de maestros y arquitectos a los casi 40 albañiles que trabajan en la construcción de un centro de rehabilitación integral para niños y adultos.
Para la ciudadela, donde habitan aproximadamente 12.000 personas, esta obra es quizás la más importante que ejecuta una administración municipal en los últimos 20 años. La inversión es de $ 857.464,85.
El plazo para la finalización de los trabajos es de 150 días, es decir que el centro podría estar listo para diciembre de este año.
Carlos Hernández, director de Infraestructura Comunitaria del Cabildo, recordó que la fundación AMAR estuvo a cargo de la infraestructura que hoy es objeto de una reconstrucción y remodelación total por parte del Ayuntamiento.
“Por razones económicas, la organización no gubernamental tuvo problemas para sostenerse. Entonces se llegó a un acuerdo con el Municipio y finalizamos el comodato. Vamos a edificar un gran centro de inclusión, para que niños y adultos con capacidades especiales puedan acceder a terapias físicas, de lenguaje y de rehabilitación”.
Es la segunda estructura municipal en la urbe para este fin. La otra -precisó Hernández- se encuentra en el hospital Bicentenario (antigua maternidad Enrique Sotomayor), donde existe un área que ya brinda estos servicios.
El centro de La Atarazana, ubicado a una cuadra de la Iglesia del Señor de la Buena Esperanza, tendrá dos plantas. En el primer piso estarán los consultorios, las salas de preparación para padres y de mecanoterapia, el gimnasio de menores, el área de inclusión para adolescentes, entre otros espacios. Asimismo, en la planta alta el centro ofrecerá diversas prestaciones, como un gimnasio para adultos, el departamento de terapia ocupacional, los consultorios fonoaudiológico y de fisiatría; también habrá una sala de hidroterapia.
Una amplia rampa y un ascensor facilitarán el acceso para quienes se dirijan al segundo piso.
Leonardo Peña, del Consorcio Guayaquil JF, encargado de todas las obras, manifestó que el edificio, que también tiene como vecino al colegio fiscal Francisco Campos Coello, contará con sistemas de climatización, de movilidad y electrónicos para garantizar la atención a los ciudadanos. (I)
Fotografías: Miguel Castro / Atarazana Go