Las redes sociales se inundan de personas que ofrecen perros o gatos para que sean adoptados.
Los colectivos animalistas también promueven estas loables iniciativas que buscan dar un hogar a especies rescatadas de la calle, o cuyos papás adoptivos no cuentan con el espacio o recursos suficientes como para quedarse con ellos.
El Municipio de Guayaquil, hace unas semanas, también promovió una feria para ubicar a peluditos en sitios seguros.
¿Pero qué debe observar aquella persona que toma la decisión de hacerse cargo de un can o un felino, ya sea cachorro o adulto?
El médico veterinario Luis Vera afirmó que son varios los aspectos que debe tener en cuenta el futuro “papá” o “mamá” de una mascota.
Eso va, según el doctor, desde el espacio en el cual va a residir, el tamaño del mamífero, la disponibilidad de tiempo que tendrá el amo, el estado de salud en que recibe al perrito o gatito, las vacunas que le pusieron, el alimento que ingiere y si en casa hay otro animal.
La primera recomendación que hace Vera a los nuevos “papás” es llevar lo más pronto posible al veterinario, ya sea al can o al felino.
“El médico hará una valoración del animalito y proporcionará un informe de su estado de salud. Además, quizás ponga las primeras vacunas o lleve adelante el control de ellas”.
¿Y qué debe examinar en el perrito o gatito quien está adoptando en una feria sin la presencia de un profesional?
Vera explica que es necesario poner mucha atención en el estado de los oídos, ojos, nariz, trompa, encías, ano, el pelaje y posibles tumores en el cuerpo.
“En el caso de los tres primeros no puede haber fluidos que evidencien una anormalidad. Lo mismo en el ano y órganos sexuales. El color de las encías tiene que ser rosado. En un chequeo sencillo por el cuerpo hay que detectar si existen abultamientos. El pelo debe tener un brillo natural y no desprenderse con facilidad”.
Luis, quien obtuvo su título en la Universidad Agraria del Ecuador, también hace énfasis en torno al espacio donde residirá la mascota y el tiempo que le dedicará el amo para su cuidado.
“No es acertado llevar a un can de raza grande a un departamento pequeño”.
Incluso, este profesional de 31 años sostiene que quien adopta debe organizar sus horarios para sacar a pasear al perro y atenderlo. En el caso de los mininos, expresa, son más independientes.
“A los gatos se les pone su alimento, el agua, el arenero, la rascadera y es más sencillo. Eso es por la personalidad de ellos”.
Al ser consultado sobre cómo proceder si en casa ya hay una mascota canina, refiere que es necesario un proceso de acoplamiento, en el cual siempre debe estar presente el “papá”. Aquello evitará posibles peleas o ataques si el recién llegado es más pequeño.
Cuando se trata de gatos, advierte que, si proviene de una colonia callejera, lo más probable es que trate de escapar para volver a ese sitio.
“Es preferible ponerlo en una habitación por al menos una semana, con todos sus implementos, hasta que se acostumbre. De ahí poco a poco relacionarlo con el minino que ya estaba en el hogar. No olvidemos que los gatitos son muy territoriales y eso puede traer problemas”.
En torno a la alimentación, el veterinario guayaquileño manifiesta que es necesario conocer el tipo de alimento que está acostumbrado a consumir, en caso de que se trate de una mascota adulta; y si es cachorro, el especialista será quien recomiende lo mejor.
“Si el cambio es brusco, el perro o el gato padecerá diarrea o vómito. Hay que evitar que ocurra eso”. (I)
Fotografías: Cortesía del doctor Luis Vera