Era mediado de la década de los 60. Elvis Presley estaba en la cima de su carrera. En ese entonces el “Rey del Rock and Roll” conquistaba Estados Unidos con su inconfundible estilo de bailar y su cabellera impecable, y en Inglaterra brillaban los Beatles. El cuarteto de Liverpool era sensación con su música y sus elegantes trajes. En Ecuador, la Junta Militar tomaba el poder del Gobierno.
En aquellos días, don Carlos Lalama y su esposa Dolores se mudaron con su familia a vivir a La Atarazana, cuando el sector dejaba de ser una hacienda y tomaba forma de ciudadela.
El tercer hijo de la pareja, César, era un recién nacido por aquel entonces. Con el pasar de los años, el pequeño jugaba con las herramientas de su padre, quien era técnico en arreglo de electrodomésticos.
Antes de los 10 años, César ya armaba y desarmaba radios y televisores; arreglaba todo lo que se podía mover. Lo que era un juego se convirtió en su día a día hasta ahora. Mientras cursaba los últimos años en el tecnológico Simón Bolívar, también era profesor de electrónica.
César estudió Ingeniería Comercial en la Universidad Laica, pero ante la falta de oportunidades en la rama dedicó todo su tiempo al taller de electrónica que había puesto en la avenida Nicasio Safadi, en La Atarazana, a la vuelta de su casa.
“Lo que ganaba ejerciendo con mis estudios universitarios en un mes, lo hacía en una semana arreglando aparatos eléctricos, entonces me dediqué a mi taller”, cuenta César, mientras suelda circuitos en una memoria de un DVD.
Ya son 35 años los que “Lito”, como lo conocen sus amigos, lleva arreglando artefactos en la zona, de los cuales 30 los ha hecho en la misma esquina, de la manzana I 4 villa 28.
En sus jornadas de circuitos, cables y electricidad, César ha vivido paso a paso la evolución de los televisores. Indica que era más fácil arreglar los TV de tubo de rayos catódicos, pero que ha estudiado mucho para dejar como nuevos a los LED Full HD que llegan averiados a su mesa de trabajo.
“Los televisores modernos son muy complicados, pero me he especializado para eso. En los televisores de antes era más fácil cambiar los transistores, las resistencias y listo”, explica Lalama, quien además repara lavadoras, planchas, radios, ventiladores… “todo lo que tenga circuito”.
El legado heredado de su padre, César lo enseña a un joven discípulo, Joel Arriaga. Este chico de 19 años sigue los consejos de Lalama como reglas de vida y lo considera como un ejemplo a seguir.
“Lo conocí a los 13 años y le di la oportunidad que venga a trabajar y enseñar una profesión. En aquellos días no estudiaba. Eso sí, le dije que, si quería aprender a arreglar electrodomésticos, debía estudiar el colegio, y así lo hizo”, dice César sobre Joel.
El ahora joven de 19 años anhela especializarse en el arreglo de televisores. “El apoyo que me da don César es muy grande, aprendo no solo de electrónica, sino de la vida”, indica Joel. (I)
Fotografías y videos: Jonathan Miranda/Atarazana Go