Unas horas después del mediodía del sábado 11 de marzo, una lamentable noticia se regó como pólvora encendida por cada manzana, cada peatonal y cada cuadra de La Atarazana.
Omar Jaramillo Villavicencio, uno de los vecinos referentes de la ciudadela, partió al llamado del Señor.
Sucedió a poco menos de 90 días de reintegrarse al sitio donde los moradores de la ciudadela y urbanizaciones aledañas lo vieron desde hace unos 30 años: las inmediaciones del bloque 4 lugar en el que trabajó incansablemente comercializando hamburguesas y hot dogs.
Jaramillo se sometió en julio pasado a un trasplante de corazón. Una operación muy compleja.
Los vecinos del barrio temían lo peor, pero la fortaleza y las ganas de vivir de Omar le permitieron salir adelante de esa intervención.
Omar tiene dos títulos profesionales y un reinado que supera las tres décadas
No volvió de inmediato a su negocio. Transcurrieron varias semanas para que tome la decisión de regresar a hacer lo que tanto amó: vender emparedados a amigos, vecinos y clientes de diferentes sectores.
Es que Omar traspasó las fronteras de su querida Atarazana. La estratégica ubicación de su pequeño local en la avenida Carlos Luis Plaza Dañín le permitió que comensales de otras zonas se detengan para comer en su kiosco. En otros casos, compraron para llevar a su domicilio.
Así es como, poco a poco, empezó a forjarse un nombre, a ganar más clientes y a convertirse en un vecino muy respetado.
En todo este tiempo se lo vio como si jamás se hubiese operado. Sonriente, atento, amable y correcto con quienes llegaron para comprarle alimentos.
Sin embargo, el destino decidió otra cosa: era la hora de que Omar se encuentre con el Creador.
En los últimos días no estuvo en su local. Sus dos colaboradores se encargaron de atenderlo con la misma cordialidad que Jaramillo.
Hoy, la tristeza y la nostalgia invaden a La Atarazana. Sus amigos aún no entienden como aquel vecino de alta estatura y corpulento partió a la eternidad.
Las inmediaciones del bloque 4 nunca volverán a ser iguales desde este 11 de marzo.
El amigo, el vecino, el comerciante de deliciosos emparedados ya no está. No volverá a estar. Su partida es definitiva.
Reemplazarlo, imposible; recordarlo, siempre.
Le compartimos las tres entrevistas que nos concedió Omar desde que apareció este portal de noticias.
Que su viaje a la eternidad haya sido en paz.
Quienes hacemos Atarazana Go! le expresamos nuestro profundo pesar a sus familiares y amigos. (I)
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