Luego de 4 años desde el lanzamiento de su primer disco, la banda guayaquileña Nervio trabaja en lo que será su segunda producción: “El Reino de los Suelos”.
Las letras de las canciones harán énfasis a todo lo sucedido alrededor de la pandemia, causada por la COVID-19.
Alfonso Barragán, voz y líder del grupo, expresa que en este trabajo hay una alineación totalmente renovada con Johnny Balladares y Juan Carlos Velasco (guitarras), Cristian Mera (bajo) y Xavier Macías López (batería).
Nervio tiene aproximadamente 5 años en la escena roquera de Guayaquil. El proyecto lo empezaron entre Tomás Cansing y Barragán.
Con el paso de los años, la banda sufrió cambios, sin embargo, con todos los músicos que pasaron se produjeron contenidos en audio o en videos.
Barragán, publicista de profesión, recordó que el primer disco: El País de los Aullidos, lo hizo el sello 300 Récords, cuyo principal es Óscar Prado.
Un total de nueve canciones contiene este material, en una fusión de varios géneros como thrash, death, hardcore y grindcore.
Junto a Darío Bajaña y Andrés Carr, en cambio, se armó un EP de tres temas: Hiroshima, Futuro Incierto y Pánico, los cuales están disponibles en las diferentes plataformas y redes sociales del grupo.
En sus audiovisuales, Nervio se caracteriza por presentar dibujos al estilo comic, que crea el mismo Alfonso.
“Desde muy pequeño he dibujado. Hasta en las paredes de la casa, cuando vivía con mis padres, plasmé las imágenes”, sostuvo el también dueño de una marca de ropa para jóvenes.
Barragán, quien transitó por otras bandas porteñas como Inmodium o Cortopunzante, decidió llamar Nervio a su banda “porque se trata del conductor y el patrón del comportamiento, que impulsa a hacer muchas cosas a las personas”.
Según Alfonso, el nuevo disco podría estar listo para diciembre o los primeros meses de 2023
Gestor cultural
Poncho, como le dicen sus familiares y allegados, se identificó con el rock pesado desde su niñez.
Por casualidad encontró varios discos de Led Zeppelin, Deep Purple, Black Sabbath y similares, junto al tocadiscos que había en casa.
Hasta ahora sabe quién los compró. Lo que hizo es escucharlos y desde ahí se involucró con este tipo de música.
En su adolescencia ya componía canciones y las interpretaba para sí. A los 17, sin haber tomado clases de canto, se unió a una banda musical.
“Era bien difícil porque usaba mi garganta y no el diafragma, pero con el transcurrir de los años fui aprendiendo”.
Barragán, de 43 años, también es gestor cultural y forma parte de una agrupación que se llama “Dedo en la llaga”.
Desde ese espacio se impulsa a poetas, cantantes, artistas plásticos, pintores, escultores y similares.
Así mismo, es el propietario fundador de Boceto Bar, un local ubicado al sur de Guayaquil, en el cual se pueden realizar exposiciones, convenciones de poesía o presentaciones musicales.
Las puertas de este recinto están abiertas para todos los artistas de la urbe. (I)
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