La comunidad católica rememoró el Viernes Santo, con el Vía Crucis (interno), en la Iglesia del Señor de la Buena Esperanza.
Fieles de La Atarazana, ciudadelas cercanas y de otros sectores concurrieron a las 10 de la mañana al templo, para el acto litúrgico que recuerda la Crucifixión de Jesús.
Los organizadores de la ceremonia religiosa distribuyeron los cuadros que representan a las 14 estaciones entre los asistentes.
De a poco, fueron avanzando cada uno hasta situarse a unos metros del altar principal, para posteriormente efectuar una lectura bíblica en la que se explicó el significado de cada estación.
Las estaciones representan el camino al Calvario de Jesús hasta su Crucifixión y Muerte.
Al interior de la iglesia se observaron momentos de profunda unción.
El vecino de la ciudadela Bella Aurora, Víctor Hugo Carbo, acudió llevando en sus manos un gran crucifijo.
Su hermano Napoleón, en cambio, se ubicó en el altillo de la iglesia y en más de una ocasión se arrodilló para rezar.
Mauro Borja, vecino de la manzana I-3, fue a la iglesia con sus nietas Andreína y Mía Borja León, de 8 y 10 años, respectivamente.
Juntos escucharon la Palabra de Dios y oraron con las manos entrelazadas.
Tanto para el acceso, como para permanecer en las instalaciones del templo, se cumplieron las medidas de bioseguridad dispuestas por las autoridades.
Una vez que pasaron las estaciones, el padre Alfredo García acudió al altar mayor y destacó la organización del Vía Crucis.
Se refirió, entre otras cosas, a que todas las personas deberán responder por sus pecados.
Del mismo modo, pidió rezar por el papa Francisco.
Añadió que este sábado 3 de abril, a las 18:00, se efectúa la Vigilia Pascual.
“Gracias por venir. Dios los bendiga y los recompense”, expresó el prelado antes de dar por concluida la ceremonia. (I)
Fotografías: Atarazana Go!